El hecho de viajar implica una serie de riesgos que pueden ser reducidos si se siguen las recomendaciones de fuentes expertas como el Ministerio de Sanidad.
Las medidas recomendadas han de ser llevadas a cabo antes, durante e incluso después del viaje para garantizar su efectividad.
ANTES DEL VIAJE
Las consultas médicas son recomendables para todos los viajeros pero, especialmente, para aquellos que tengan intención de visitar un país en desarrollo. El Ministerio de Sanidad señala que las consultas han de realizarse al menos 4-8 semanas antes del viaje y en el caso de viajes de larga duración es necesario realizarlas con mayor anterioridad.
Es importante que los viajeros viajen con un seguro general de viajes. También es aconsejable que los viajeros se informen sobre los convenios de asistencia sanitaria existentes entre el país de residencia y el país destino. Para ello deben acudir a la Dirección Provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) más cercana, cuya dirección puedes consultar en la página web de la Seguridad Social.
Las vacunas también son medidas preventivas. Algunas suponen una condición obligatoria al estar sometidas a reglamentación internacional de manera que pueden ser exigidas por las Autoridades Locales del país que se visita. En el siguiente mapa puedes consultar el grado de exigencia de cada país.
Elaboración propia a partir de información de la Asociación Española de Vacunología
DURANTE EL VIAJE
La diarrea del viajero es el principal problema sanitario durante el viaje. Según el Ministerio de Salud, puede afectar hasta al 80% de los viajeros en los destinos de alto riesgo. Es un problema sanitario causado por agentes infecciosos, que se asocian con el agua y con los alimentos contaminados.
Por este motivo, es recomendable evitar los alimentos crudos o que se hayan mantenido a temperatura ambiente durante varias horas, es decir, se han de ingerir alimentos que hayan sido cocinados y todavía estén calientes. Es aconsejable también evitar todo alimento que contenga huevo crudo o poco cocinado. En los países donde el pescado pueda contener biotoxinas venenosas, se ha de solicitar consejo local.
Es muy importante lavarse bien las manos con agua y jabón antes de preparar o consumir alimentos.
Antes de lavarse los dientes, es importante comprobar la seguridad del agua. Para ello, es necesario hervirla hasta el punto de ebullición durante al menos un minuto o utilizar un filtro o un desinfectante. A la hora de hidratarse son recomendables las bebidas frías embotelladas siempre que estén bien cerradas. En este sentido, también hay que evitar los cubitos de hielos en las bebidas porque pueden provenir de aguas contaminadas.
Hay que tener especial cuidado con los baños. Algunos canales y lagos de agua dulce pueden estar infectados por larvas y provocar enfermedades. Además, hay que evitar bañarse en aguas que puedan estar contaminadas por excrementos humanos y animales porque pueden ser vías de transmisión de infecciones en ojos, oídos e intestinales. Se recomienda hacer uso de piscinas con agua clorada.
Los baños en el mar, en principio, no implican riesgos. Sin embargo, es recomendable que el viajero se informe en el destino de si está permitido bañarse.
Para reducir el riesgo de infecciones producidas por los animales es recomendable evitar el contacto con ellos, ya sean salvajes, cautivos o domésticos. También es necesario el uso de calzado adecuado para caminar por zonas habitadas por serpientes.
DESPUÉS DEL VIAJE
En el caso de presentar síntomas, es recomendable acudir al médico e informarle de que en los últimos 12 meses se ha realizado un viaje a una zona tropical o país en vías de desarrollo. Algunas enfermedades tropicales pueden desarrollarse bastante tiempo después del regreso.
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