El estudio a gran escala Global trends in antimicrobial resistance in animals in low and middle income countries, realizado por un grupo de investigadores de diferentes países, ha alertado del peligro de usar antibióticos de forma sistemática en los animales de granja. Según los datos de este estudio, publicado en la prestigiosa revista Science este mismo mes de septiembre, a los animales criados para el consumo humano se les administran hasta tres veces más medicamentos que a las personas.
El uso de antibióticos en animales sanos, para evitar posibles pérdidas económicas, contribuye al aumento de la amenaza que representa la resistencia a los antimicrobianos para el ser humano. Entre el año 2000 y el 2018, la detección de bacterias aisladas resistentes a los antibióticos prácticamente se ha triplicado en el caso de los pollos (pasando de un 15% a un 41%) o de los cerdos ( del 13% al 34%) y se ha duplicado en la carne de bovino (de un 12% a un 23%).
El estudio señala que el principal foco de este problema se encuentra en los países con un nivel de ingresos bajo o medio, ya que han incorporado el uso indiscriminado de antibióticos para satisfacer la creciente demanda de proteína animal sin acompañarlo de ningún tipo de regulación o sistema de vigilancia que permita controlar el surgimiento de nuevas resistencias.
Estos investigadores consideran que los países de altos ingresos deberían ayudar a los países con una peor situación económica en la transición a prácticas sostenibles de ganadería, ya que se trata de un problema global.
La OMS ya recomendó, en 2017, reducir la administración de antibióticos a animales sanos para prevenir la propagación de la resistencia a los antimicrobianos con el objetivo de preservar la eficacia de los antibióticos importantes para la medicina humana.
España
En España, se creó el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN) en 2014, como respuesta a la Comunicación de la Comisión Europea del 17 de noviembre de 2011, que solicitó a los Estados miembros un Plan de Acción sobre Resistencias Antimicrobianas. Y también para responder a las Conclusiones del Consejo de la UE del 29 de mayo de 2012, en el que se instó a los países miembros a un abordaje conjunto de este problema.
El PRAN publicó en 2018 el informe JIACRA España, donde integra por primera vez los datos de consumo y resistencia a los antibióticos con un análisis conjunto de las posibles asociaciones entre el consumo y la ocurrencia de resistencia a los antibióticos en salud humana y sanidad animal.
En el informe se plantean posibles acciones para mejorar el actual sistema español de vigilancia del consumo de antibióticos en veterinaria. Para ello, consideran necesario cubrir tres pilares fundamentales: las ventas de antibióticos desde los laboratorios hasta los niveles de comercialización más cercanos al consumidor final; las prescripciones de antibióticos veterinarios realizadas por los veterinarios colegiados y el uso de antibióticos en granjas. De estos tres pilares, el plan actual solo cubre el primero.
Además, este plan ha puesto en marcha una serie de programas para la reducción voluntaria del consumo de determinados antibióticos en diferentes especies animales. Todas estas iniciativas plantean un objetivo de reducción de su uso, lo que contribuirá a mejorar la situación de la resistencia bacteriana en el área veterinaria.
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