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  • Foto del escritorSandra Gómez Marí

Bacterias prioritarias: un riesgo mundial para la salud humana

Actualizado: 24 jun 2020

La Organización Mundial de la Salud considera prioritarias un grupo de bacterias que, por su resistencia a los antibióticos, suponen un riesgo creciente para la salud a nivel global.


El 27 de febrero de 2017 la OMS publicó la primera lista de "patógenos prioritarios" resistentes a los antibióticos en la que se incluían las 12 familias de bacterias más peligrosas para la salud humana y para las que se necesitan urgentemente nuevos antibióticos.

En la lista se resaltaba especialmente la amenaza que suponen las bacterias gramnegativas resistentes a múltiples antibióticos. Las bacterias tienen la capacidad innata de encontrar nuevas formas de resistir a los tratamientos y pueden transmitir material genético, que permite a otras bacterias hacerse farmacorresistentes.

La OMS ha clasificado las bacterias resistentes en tres grupos atendiendo a su prioridad:

  • Prioridad crítica: este grupo incluye aquellas bacterias resistentes que son especialmente peligrosas en hospitales, residencias de ancianos y entre los pacientes que necesitan ser atendidos con dispositivos como ventiladores y catéteres intravenosos. Estas bacterias se caracterizan por provocar infecciones graves y a menudo letales, como por ejemplo, infecciones del torrente sanguíneo y neumonías. Estas bacterias han adquirido resistencia a un elevado número de antibióticos.


  • Prioridad alta y media: ambos grupos incluyen a las bacterias que presentan una farmacorresistencia creciente a los antibióticos y provocan enfermedades comunes como la gonorrea, o intoxicaciones alimentarias por salmonela.



Esta lista ha sido elaborada por un grupo de expertos independientes reunidos por la OMS para alentar a la comunidad científica a desarrollar tratamientos innovadores contra estas bacterias resistentes.


Los criterios para incluir patógenos en la lista fueron los siguientes: el grado de letalidad de las infecciones que provocan; el hecho de que el tratamiento requiera o no una hospitalización larga; la frecuencia con que presentan resistencia a los antibióticos existentes cuando infectan a las personas; la facilidad con la que se transmiten entre animales, de animales a personas y entre personas; si las infecciones que provocan pueden o no prevenirse (por ejemplo, mediante una buena higiene y vacunación); cuántas opciones terapéuticas quedan; y si se están investigando y desarrollando nuevos antibióticos para tratar las infecciones que causan.



Antibióticos en desarrollo


Los informes Antibacterial agents in clinical development – an analysis of the antibacterial clinical development pipeline, including tuberculosis y Antibacterial agents in preclinical development, publicados el 27 de septiembre de 2017, revelan la grave falta de nuevos antibióticos en fase de desarrollo para combatir la amenaza de la resistencia a los antimicrobianos. En los informes se mencionan 51 nuevos antibióticos y biofármacos en desarrollo clínico que se podrían utilizar para tratar infecciones causadas por los patógenos resistentes a los antibióticos más prioritarios, además de la tuberculosis y las enfermedades diarreicas, que pueden ser mortales. Estos antibióticos en desarrollo aportan pocos beneficios con respecto a los tratamientos existentes y muy pocos están concebidos específicamente para luchar contra las bacterias resistentes que representan una mayor amenaza, como las bacterias gramnegativas.

A día de hoy, la disminución en la inversión privada y la falta de innovación en el desarrollo de nuevos antibióticos están socavando los esfuerzos por combatir las infecciones farmacorresistentes, según la Organización Mundial de la Salud.

 

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